Las gafas de sol no son solo un accesorio de moda, en realidad juegan un papel crucial en la protección de tus ojos. En este artículo te dejamos un test solar para que, respondiendo a unas preguntas sobre síntomas y signos, puedas saber qué tipo de protección necesitas. Ahora, vamos a hablar de qué es la radiación UV y que consecuencias tiene sobre nosotros.
La radiación UV (ultravioleta) es un tipo de radiación electromagnética que se encuentra entre el espectro de luz visible y de los rayos X. Es invisible al ojo humano, pero puede ser detectada por algunos animales, como las abejas y las serpientes.
La radiación UV se divide en tres categorías según su longitud de onda: UVA, UVB y UVC:
El índice UV es una medida de la intensidad de la radiación ultravioleta del sol que alcanza la superficie de la Tierra. Los factores de riesgo asociados con el índice UV
incluyen:
Altitud: La radiación UV aumenta con la altitud debido a la disminución de la atmósfera que absorbe la radiación UV.
Latitud: La radiación UV es más intensa en las latitudes más cercanas al ecuador y disminuye hacia los polos.
Estación del año: La radiación UV es más intensa en el verano y menos intensa en el invierno debido a la inclinación del eje de la Tierra.
Hora del día: La radiación UV es más intensa durante las horas pico del sol (entre las 10 a.m. y las 4 p.m.).
Nubosidad: La radiación UV puede penetrar a través de las nubes, pero las nubes pueden reducir la intensidad de la radiación UV.
Reflexión: La radiación UV puede reflejarse en superficies como el agua, la nieve y la arena, aumentando la exposición a la radiación UV.
Altitud del ozono: La disminución de la capa de ozono aumenta la cantidad de radiación UV que llega a la superficie de la Tierra.
Historial de exposición al sol: La exposición excesiva al sol aumenta el riesgo de cáncer de piel, otras afecciones de la piel y problemas oculares.
La exposición prolongada a la radiación ultravioleta (UV) puede causar varios problemas oculares, que incluyen:
Cataratas: La exposición crónica a la radiación UV puede aumentar el riesgo de desarrollar cataratas, una condición ocular que causa la opacidad del cristalino del ojo. Las cataratas pueden reducir la visión.
Pterigión: También conocido como «carne en el ojo», el pterigión es un crecimiento anormal del tejido en la superficie del ojo, que puede ser causado por la exposición excesiva a la radiación UV. Si se vuelve grande o invade el centro del ojo, puede afectar a la visión y requerir cirugía.
Degeneración macular: La exposición a largo plazo a la radiación UV también se ha relacionado con la degeneración macular, una condición que afecta a la retina del ojo y puede causar una pérdida gradual de la visión central.
Quemaduras en la córnea: La exposición aguda a la radiación UV, como cuando se mira directamente al sol, puede causar quemaduras en la córnea, la capa externa transparente del ojo. Los síntomas pueden incluir dolor, enrojecimiento y visión borrosa.
Conjuntivitis: La radiación UV también puede ser un desencadenante para la conjuntivitis, una inflamación de la membrana que cubre la superficie del ojo y el interior del párpado. Los síntomas pueden incluir picazón, enrojecimiento y secreción.
En resumen, la exposición a largo plazo y sin protección a la radiación UV puede dañar los ojos y aumentar el riesgo de enfermedades oculares graves. Por lo tanto, es importante tomar medidas preventivas, como usar gafas de sol con protección UV y evitar mirar directamente al sol durante períodos prolongados.»
Existen 5 categorías diferentes de filtros solares clasificadas, según la norma ISO8980-3- del 0 al 4, en función de la menor o mayor capacidad para absorber la luz visible y la radiación UV. Cada categoría se adapta a diferentes condiciones de luz y se recomienda para distintas actividades y entornos.
Pensamos que los ojos están más protegidos del sol cuánto más oscuras son las lentes, pero es un error. Es peor llevar unas gafas de sol de mala calidad, aunque sus lentes sean muy oscuras, que no llevar nada porque, al ponernos un filtro oscuro, la pupila se dilata. Si estamos con la pupila más dilatada y las gafas de sol no filtran el 100% de radiación ultravioleta, pasará una gran parte de esta radiación al interior de los ojos, lo que puede ser nocivo para nuestra salud ocular.
En esta página podrás acceder a un test gratuito que te indica el nivel de protección que necesitas en tus gafas de sol según tu visión: https://testgafasdesol.forumgafas.com/
Existen varios tipos de filtros de gafas de sol, cada uno diseñado para filtrar diferentes longitudes de onda de la luz y brindar diferentes niveles de protección. Enumeramos a continuación algunos de los tipos más comunes de filtros de gafas de sol, su elección dependerá de las necesidades de cada cliente, entre los
factores a considerar se incluyen:
Protección contra los rayos UV: Este tipo de filtro bloquea los rayos ultravioletas que pueden dañar los ojos y causar problemas de visión a largo plazo. Los filtros UV generalmente se clasifican por su capacidad para bloquear la radiación UVB y UVA.
Filtro polarizado: Este tipo de filtro reduce el deslumbramiento de superficies reflectantes, como el agua o la nieve, y mejora la claridad y el contraste de los objetos en ambientes brillantes. Los filtros polarizados también pueden ayudar a reducir la fatiga ocular y el cansancio.
Filtro de espejo: Estos filtros cuentan con una capa reflectante en la superficie de la lente que refleja la luz antes de que entre en el ojo. Los filtros de espejo pueden ayudar a reducir la cantidad de luz que entra en el ojo, especialmente en ambientes muy brillantes o de mucha altitud.
Filtro fotocromático: Este tipo de filtro cambia de color en respuesta a los cambios en la intensidad de la luz. Los filtros fotocromáticos pueden oscurecerse en ambientes brillantes y aclararse en ambientes más oscuros, lo que los hace ideales para personas que cambian con frecuencia de interiores a exteriores.
Filtros Degradados: Estas gafas de sol tienen un tinte degradado, lo que significa que la parte superior de la lente es más oscura que la parte inferior.
Tono y color de las lentes: El tono y el color de las lentes pueden afectar a la claridad y a la percepción del color. Es importante tener en cuenta que la elección del color de las lentes puede depender de la preferencia personal y las condiciones específicas de la actividad. Es recomendable buscar lentes de alta calidad que proporcionen protección adecuada contra la radiación UV.
Gris: Las lentes grises reducen el brillo y no distorsionan los colores. Son una buena opción para actividades al aire libre en días soleados, especialmente en ambientes marinos o montañosos.
Marrón: Las lentes marrones mejoran el contraste y la percepción del relieve. Son una buena opción para actividades como conducir, pescar y otros deportes al aire libre.
Amarillo y naranja: Las lentes amarillas y naranjas aumentan el contraste y la percepción de profundidad. Son una buena opción para actividades con poca luz, como conducir de noche o en días nublados.
Verde: Las lentes verdes mejoran el contraste y la percepción del color. Son una buena opción para actividades al aire libre en días soleados.
Azul y morado: Las lentes azules y moradas reducen el deslumbramiento. Son una buena opción para actividades acuáticas y deportes de invierno.
Estilo y forma de las gafas: El estilo y la forma de las gafas pueden afectar tanto a la funcionalidad como a la estética. Las gafas con lentes grandes y envolventes ofrecen una mayor protección contra los rayos UV y pueden ser ideales para deportes al aire libre. Por otro lado, las gafas de marco completo pueden ser más duraderas y ofrecer una mayor variedad de estilos y diseños.
Materiales de las gafas: Los materiales de las gafas pueden afectar tanto a la durabilidad como al confort. Las gafas de sol de alta calidad suelen estar hechas de materiales resistentes como el policarbonato y el cristal mineral. Además, es importante elegir gafas que se ajusten cómodamente al rostro y que no se deslicen durante el uso.
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