Esta afección limita la capacidad de las personas para realizar tareas visuales cotidianas, afectando su calidad de vida.
Aunque no existe una solución única, las personas con baja visión pueden aprovechar al máximo su visión residual mediante rehabilitación visual y el uso de ayudas ópticas personalizadas.
No todas las ayudas pueden aplicarse a todos los pacientes, ni todos los pacientes pueden beneficiarse de alguna de estas ayudas.
Una ayuda de baja visión es un dispositivo técnico diseñado para optimizar la visión residual y permitir que las personas mantengan su autonomía y disfruten de sus actividades diarias. Estas ayudas varían según las necesidades específicas de cada caso, e incluyen:
Existen gran cantidad de ayudas ópticas
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